Las notas

Esta mañana era la entrega de notas. El horario era de 11 a 13 con lo cual los padres han venido muy escalonados, como la operación salida. En un momento de tranquilidad pasa la psicóloga por la puerta y me dice: «Por ahí viene Entropía y su gente.» O sea, que viene con la family al completo, pienso yo. Minutos después entran los siguientes personajes al aula donde entrego las notas:

• Entropía
• Su madre
  
• Su hermana mayor (la única sensata)
• tres de sus hermanos pequeños

Es de remarcar que Entropía tiene nada menos que 10 hermanos. Ahí va eso. Pues bien, comienzo a comentar lo que se dijo en la evaluación y cómo tiene que recuperar pero al segundo ya está el hermano menor molestando a Entropía y esta deja de escuchar para decirle algo. La madre pasa del tema también y cuando le enseño el informe de educación física, que tiene marcado absolutamente todo lo correspondiente a no asimilado la tía va y se parte de risa. «Mira, pone a todo que no». Después de esto sigue a su rollo y la madre desconectando periódicamente. Entropía empieza a darles cachetes a los niños los cuales intentan devolvérselos ante la mirada indiferente de la madre. Los miro con seriedad y desaprobación y se callan pero al rato ya están igual: el pequeño molestando a una hermana más pequeña, Entropía diciendo que va a suspender otra vez y que a tal asignatura no se presenta. La madre que sí y se ponen a discutir otra vez. Yo, en ese momento, tengo que callar porque nadie excepto la hermana mayor escucha (y tampoco mucho), cierro la carpeta de los informes y, tras indicar las fechas de los exámenes los invito a salir.

Mientras salen ya se están pegando entre sí. Entropía al hermano pequeño, éste le suelta una colleja a la madre porque le había llamado la atención y al final comienzan a gritar. Pero eso sí, fuera de mi aula. Poco a poco oigo como esa expresión de selvajismo se desvanece.