Según me cuentan mis compañeras que están en prácticas durante este curso, el inspector se lo ha tomado en serio y cuando venga a visitarlas (esta semana, parece ser) va a pedirles un montón de información. El inspector le ha pasado a la directora un cuestionario con ítems que se deben cumplir: si hay carteles de la asignatura en el aula, si las sillas están bien dispuestas y tonterías de ese tipo. Seis folios de ítems.
Además deben tener lista una programación de aula. Es decir, qué y cómo trabajan en clase. Esto en cierto modo es normal pero no se reduce sólo a apuntar los deberes y poco más. Se trata de ver si la realidad coincide con la realidad y autoevaluarse etc... todo eso que contábamos en la defensa de la programación en las opos pero elevado a la enésima potencia.
Como si viniendo un día a ver cómo lo hacen, y tras años de trabajar como interinas, no sepan cómo dar clase. Y qué desperdicio de papel.
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4 comentarios:
En mi época no teníamos que hacer nada tras aprobar la oposición, sólo trabajar y aprender a base de muchas castañas. Ahora a los pobres recién llegados les fríen con el papeleo. Cuando va el inspector siempre va a controlarles y a pedirles eso que dices, papeles inútiles y muchas chorradas. Nunca he visto a un inspector preocuparse de verdad por los problemas reales de ls aulas, no les interesa. A menos que me pida algo expresamente no pienso dirigirme a él. Por poco me monta una bronca por ir a ponerme una inyección en la hora de la exclusiva, menudo rato pasé. Una muestra más de la deshumanización que nos rodea. Y luego dicen que hay mucho fracaso... Fracaso personal, desde luego.
Un saludo.
Es la tónica general que estamos viviendo en todos los centros, independientemente de la CA en la que se produzca "el hecho".
Particularmente, me indigna que la preocupación actual de las administraciones educativas se reduzca a los "diarios-anecdotarios", papeles con intenciones, programaciones requetedetalladas, relación superchachiguay con las familias para que no den dolores de cabeza en los despachos... y un largo etcétera. Ahora bien, la realidad del aula, las dificultades y problemas con su ninguna-solución-por-parte-de-la-administración, los innumerables "peros" a la labor educativa, la importancia desmedida a lo anecdótico y el "incipiente" afán controlador y punitivo.
A mí, particularmente, lo que veo no me gusta.
Yolanda, no permitamos que nos cambien las prioridades ;) ¡¡Vivan la coherencia, la honestidad y la dignidad!!
Desde CyL, un abrazo
Chus
¡Vaya! Una frase inconclusa que deja al descubierto mi embrollada cabeza. La aclaro, ¿me permitís?
Ahora bien, la realidad del aula, las dificultades y problemas con su ninguna-solución-por-parte-de-la-administración, los innumerables "peros" a la labor educativa, la importancia desmedida a lo anecdótico y varias cosillas más (sin importancia parece ser), se ningunean, se olvidan, se obvian o se zanjan con aquello de no se puede llegar a todo. El protagonismo lo tiene el "incipiente" afán controlador y punitivo.
¿Ahora sí? Perdón, perdón
La burocracia es un coñazo pero si aún se ve que vale la pena pues tiene un pase pero es tan evidente que todo es apariencia que indigna. El periodo de prácticas acaba el 15 de marzo y el inspector lleva amenazando con venir durante 2 semanas. Quizás ni venga y, ¿para qué tanto papeleo inútil?
Gracias Yolanda y Chus por comentar. Vuestras opiniones le aportan muchísimo valor al blog. :)
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