Un intruso entra a mi clase del taller de mates y pretende hacerse el gracioso quedándose allí. Al «invitarle» a irse se niega y cuando ya me pongo serio el tipo con malos modales coge la mochilla y pretende irese como si nada. Esto que se resume en dos frases ha durado más de cinco minutos, porque aún me ha dado tiempo a pasar lista porque era la primera clase con el grupo. Pero yo no puedo comenzar mi clase. El alumno se pone chulo y me canso. Ahora se queda y se lo llevará el profesor de guardia. Y, vaya, se le ha olvidado cómo se llama y de qué grupo es.
Casi diez minutos después de la hora prevista puedo comenzar alguna actividad. Primer parte del insti, me dice la jefa de estudios. Menudo honor.
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2 comentarios:
Tontos hay en todas partes, pero has tenido mala suerte de que te haya tocado a ti...
Las leyes de la probabilidad así lo certifican. En algún momento, en algún sitio, te toca un idiota.
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