Ya he tenido dos días de clase más o menos normal. He conocido a todos mis grupos y una vez más tengo en uno de ellos a Cachocarne [aquí y aquí varios post acerca de Cachocarne, que ya sale más en mi blog que yo mismo]. Menuda alegría. Sin embargo este año vamos a separar los grupos con los desdobles por niveles a ver si se puede sanear algo. Pondremos los no-malos juntos (porque casi ni hay buenos) y lo aliñaremos con algún ACIS y algún malote. Así que he colocado a Cachocarne y me libraré de él por una vez.
No sé si es que este año hay más alumnos que nunca y menos profesores (y, por lo tanto, clases más rellenas de alumnos) pero cuando he salido de un aula para ir a otra a la siguiente clase se ha colapsado el pasillo de una manera como nunca había visto. Ni siquiera cuando se hizo el simulacro de incendio (que se me olvidó comentar en el blog, vaya por dos). Era como un concierto de Manowar pero más bruto.
Menos mal que he llegado (tarde por ese motivo) a mi clase de 2º de la ESO y se han portado de una manera excepcional; la clase perfecta. ¡Qué gozada! Todos trabajando e interesados.
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1 comentarios:
No te fíes, que eso son los primeros días. En cuanto te confíes, ¡se portarán fatal!
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